El doctor Raúl Trejo asegura que es importante la organización de los propios periodistas para enfrentar los hechos violentos encontra de ellos
El 18 de noviembre de 2015 se presentó en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM) el libro Violencia y Periodismo regional en México, en el que la doctora Celia Palacio Montiel, de la Universidad Veracruzana, coordina a doce académicos de destinos estados para realizar un testimonio sobre los actos violentos que se suscitan todos los días en las zonas más peligrosas del país.
Durante la segunda jornada de actividades de la 37 edición de la FILPM, Raúl Trejo, Celia Del Palacio Montiel, Mireya Márquez y Elvira Hernández Carballido, conversaron acerca de las agresiones, los asesinatos y la falta de protección por parte de las autoridades hacia el gremio.
En entrevista para Letra Roja el doctor Raúl Trejo, asegura que esta “publicación da una visión muy interesante en dos temas muy específicos: las agresiones a periodistas en distintas zonas del país y la situación de la prensa policíaca en estos estados. En el primer rubro ha sido un recuento caso por caso en diversas regiones y en el segundo hace un análisis de contenido en casi todas las ocasiones de cómo la cobertura de la nota roja ha disminuido en los años recientes y sobre todo de fuentes oficiales”, conclusiones a las que los autores llegaron en este libro.
Asimismo, el académico recalca que “la violencia impide que haya una información suficiente, no ya siempre estos hechos son atribuibles al poder político. Hay agresiones, sobre todo de los grupos delincuenciales; mientras más amagos haya sobres los periodistas, ellos más se cuidan de dar informaciones delicadas que les puedan significar intimidaciones o represalias, por lo que la sociedad no cuenta con información suficiente acerca de este tipo de asuntos”, señaló.
Por otro lado, advierte que el periodismo no se ejerce de la misma forma en todo el país. Para él “es un periodismo muy desigual; es muy diferente la cobertura local a la nacional”, pues explicó que los medios de la Ciudad de México tienen más posibilidades para realizar alguna indagación o dar voz a actores diferentes a las oficiales.
“Por lo general en las zonas más conflictivas, los periodistas se encuentran supeditados a presiones directas o estar en un contexto de intimidación y en algunos otros hay periodistas, en zonas muy diversas, que se encuentran al servicio de grupos delincuenciales”, refirió.
“En este contexto no se hace periodismo, simplemente se retransmiten puntos de vista de grupos de interés o en otras ocasiones simplemente se ocultan las informaciones”, sostuvo.
Violencia y Periodismo regional en México también aborda el tema de las organizaciones dedicadas a darle seguimiento a los hechos violentos que se presentan en contra de los comunicadores. Para el doctor Trejo esto es muy importante ya que abre “la posibilidad que los periodistas perseguidos tengan cobertura de organizaciones nacionales o internacionales. Por ejemplo, Artículo 19 y otros grupos han brindado un servicio muy importante a la sociedad mexicana al darles protección a periodistas al visibilizar las persecuciones que sufren” destacó.
No obstante, es importante la organización de los propios periodistas si no hacen colegios, sindicatos o asociaciones civiles; si ellos mismos no se procuran unificarse para enfrentar riesgos comunes, será muy difícil que desde fuera reciban todo el respaldo y la cobertura que les hace falta”, advirtió.
Finalmente, Raúl Trejo subraya que “las Comisiones de Derechos Humanos hacen su tarea a veces con resultados pertinentes y reconocibles, en otras ocasiones, con muchas limitaciones. Hay distintas experiencias al respecto. Por ejemplo, en Violencia y Periodismo regional en México, la doctora del Palacio escribe acerca del desempeño de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los periodistas en Veracruz y relata que fue una creación importante pero quedó inmovilizada por la falta de respaldo suficiente por parte del gobierno local. Hay distintas comisiones, es muy importante su creación porque al crearlas el estado reconoce la necesidad de protecciones específicas para quienes informan sobre las situaciones de riesgo”.
