En los primeros dos meses del gobierno de Andrés Manuel López Obrador (diciembre y enero) se cometieron 5 mil 699 homicidios en todo el país, 94 por día, de acuerdo con las estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

“Si vemos la incidencia delictiva, se fue para arriba, pero hay cosas que son de competencia federal, local, por lo tanto, es una evaluación incompleta decir que es responsabilidad del gobierno federal. Todavía hay efectos de las acciones de la administración anterior”, dice el director del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), Francisco Rivas.

Para el especialista Alejandro Hope, no habrá cambio en el incremento de homicidios en el corto plazo, debido a que las unidades de la Policía Militar, Naval y Federal —con las que se inician operaciones este año— ya están desplegadas en el país y la incidencia delictiva no ha registrado una tendencia a la baja.

La presidenta de Causa en Común, María Elena Morera, afirma que más allá de la Guardia Nacional todavía no hay definiciones en temas clave como la procuración de justicia ni el sistema penitenciario.

Además del tema de la seguridad, el mandatario ha tenido que enfrentar al menos siete emergencias que sacudieron al país. Desde la muerte de la gobernadora de Puebla Martha Erika Alonso y su esposo, por la caída —hasta ahora inexplicable— de su helicóptero, hasta las largas filas por desabasto de combustible, pasando por la muerte de 105 personas por la explosión de un ducto de Pemex y las protestas de mujeres ante el retiro del apoyo a las estancias infantiles.

Hasta hoy el Presidente sigue recibiendo muestras de respaldo social, pero expertos coinciden en que la verdadera evaluación popular será con la disminución, o no, de la violencia.