El candidato presidencial del frente conformado por el PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano, Ricardo Anaya Cortés, ha perdido esa sonrisa socarrona que lo caracterizó desde que consiguió ser nombrado precandidato por su partido y que mantuvo durante la primera parte de la actual campaña rumbo a la presidencia.

Y es que, después de los resultados del último debate, a Anaya se le ve incomodo, cansado, harto. Al día siguiente del debate, llegó una hora tarde para dar su famosa ‘conferencia matutina’ y desde entonces no ha vuelto a convocar a los medios a las siete de la mañana para hablar de su agenda.

Incluso, Álvaro Delgado, periodista e investigador del semanario Proceso, adelantó a través de su cuenta de Twitter que el candidato de la coalición ‘Por México al Frente’ decidió suspender de manera definitiva sus conferencias de las siete de la mañana, una de las –muchas- propuestas que parecen copiadas de su rival Andrés Manuel López Obrador, quien se mantiene arriba en las encuestas.

El tabasqueño, durante su mandato como jefe de gobierno de la Ciudad de México –entonces Distrito Federal-, solía dar conferencias de prensa todos los días a las seis de la mañana. En su momento fue algo que causó furor y tuvo un impacto positivo en la imagen de López Obrador.

Anaya Cortés había sido aconsejado por su vocero, Rubén Aguilar, que esta sería una estrategia efectiva para presentarse como un candidato cercano y con propuestas. Ahora, ante la falta de empatía que genera con un gran sector de la población y la falta de propuestas que ha evidenciado, decidió abandonar las ruedas de prensa diarias.

Otro ajuste que el queretano y su equipo de campaña decidieron realizar fue el de empezar a abogar por la paz en el país, después de haber comenzado la campaña prometiendo ser implacables contra el crimen organizado por cualquier medio, incluyendo aumentar la presencia del ejército en las calles. Su equipo de campaña niega que este giro sea una copia –otra vez- de las propuestas de López Obrador.