Thursday 28 de March del 2024

Por impacto ecológico también se canceló la construcción de nuevo Aeropuerto en Francia

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El presidente francés renunció el 18 de enero de este 2018 a la construcción de un polémico aeropuerto en Notre-Dame-des-Landes, cerca de Nantes, en el noroeste del país, que había enfrentado a los ecologistas con los políticos locales, quienes lo consideraban importante para el desarrollo regional.

El proyecto de ese nuevo aeropuerto ya tenía la aprobación desde el 2008 y estuvo planeado para construirse desde el 2012 con un presupuesto de 580 millones de euros.

El primer ministro francés, Edouard Philippe, fue el encargado de anunciar la decisión, que calificó de “excepcional” y que justificó por la división entre la población que generaba esta infraestructura paralizada durante casi medio siglo de discordias.

Se trata de una medida de alto contenido simbólico, puesto que supone la primera renuncia de Macron a uno de sus compromisos de campaña, durante la cual se había comprometido a respetar el resultado de un referéndum celebrado en 2016 y en el que el 55% de los habitantes de la zona se manifestaron a favor de la obra.

Sí, un referéndum o consulta similar a la que López Obrador realiza en México para decidir entre continuar la construcción del aeropuerto de Texcoco o cancelarlo y en su lugar rehabilitar el aeropuerto actual de la Ciudad de México y el de Toluca, además de construir dos pistas en la base aérea de Santa Lucía.

En Francia, Macron encargó un informe a tres expertos, que dejaron la puerta abierta a otras alternativas como la remodelación y ampliación del actual aeropuerto de Nantes.

Macron optó precisamente por una remodelación del aeropuerto de Nantes y por abandonar el proyecto del nuevo aeropuerto de forma definitiva, así como devolver las tierras expropiadas a los agricultores.

El gobierno de Francia tomó la decisión de agrandar el actual aeropuerto de Nantes con soluciones que reduzcan las molestias sonoras que provocan en la ciudad, al tiempo que mejorarán los enlaces ferroviarios entre la región y los aeropuertos de París, para que los habitantes tengan cerca conexiones internacionales.

La decisión fue bien recibida por los ecologistas y por las personas que ocupaban las tierras en las que iba a ser construido el aeropuerto, unos 300 franceses.

Sin embargo, la decisión de Macron provocó una gran molestia entre buena parte de los dirigentes regionales, así como de la oposición conservadora, que consideró que Macron cedió ante la presión de los ecologistas.

Con información de AFP, EFE y El País

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