Wednesday 24 de April del 2024

Peña Nieto le pagó 66 millones de pesos al seudo periodista Callo de Hacha

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El Gobierno de la República, que encabeza Enrique Peña Nieto, ha gastado una cantidad récord en promocionarse a través de la mayor cantidad posible de medios. Este titánico esfuerzo ha llevado a la actual administración a llegar a negociar jugosos contratos con empresas y personalidades.

La cifra que el gobierno de Peña Nieto ha gastado durante seis años en publicidad oficial para promocionar su imagen en distintos medios de comunicación ronda los 40 mil millones de pesos. Esta colosal cifra ha permitido que muchos comunicadores hayan podido amasar fortunas impresionantes en un periodo muy corto.

Estos contratos además se otorgan en muchas ocasiones a comunicadores que cuentan con una dudosa calidad moral. Ricardo Alemán –quien se ha hecho notar por ello este fin de semana- se embolsó la nada desdeñable cantidad de 11 millones de pesos por publicidad oficial tan solo durante 2017.

Aunque si alguien ha sabido capitalizar estos contratos es Jorge Roberto Avilés, quien es más conocido por el seudónimo que lo llevó al estrellato: Callo de Hacha. Avilés comenzó con un canal en You Tube en el que se hizo famoso por hablar ‘sin pelos en la lengua’.

Este medio le permitió catapultar su fama, por lo que se ha convertido en un comunicador bastante popular –aunque su incursión en la radio fue un fiasco de audiencia-. Callo de Hacha desde entonces se ha caracterizado por una defensa a ultranza del régimen y por atacar ferozmente cualquier expresión de progresismo.

Esto no es casual, ya que hace un tiempo que el gobierno se acercó a él para ofrecerle un jugoso contrato a cambio de publicidad. Debido a esto, Callo de Hacha montó una casa productora, que desde entonces ha ingresado la cantidad de 83 millones de pesos por publicidad oficial.

Esta cifra es casi lo doble de lo que el Gobierno Federal asigna por ejemplo a la Cineteca Nacional actualmente, cuyo último presupuesto anual fue de 48 millones de pesos. Y no es un caso aislado, ya que las dependencias culturales son las que resienten en mayor grado los desvíos de presupuesto que se van a publicidad oficial.

Y a pesar de ello, este sigue siendo el gobierno con el índice más bajo de aceptación..

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