Uno de los escenarios más calientes que vivirán elecciones el próximo domingo, es sin duda Oaxaca. Desde ya, se plantean…

Uno de los escenarios más calientes que vivirán elecciones el próximo domingo, es sin duda Oaxaca. Desde ya, se plantean los retos que el nuevo gobernador deberá hacer frente, aunque nada quita el sueño tanto como la idea de tener que lidiar con el conflicto magisterial, asentado desde hace años gracias a la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

Hace casi seis años, el siempre polémico Gabino Cué Monteaguado, como candidato de Movimiento Ciudadano asumió el cargo de gobernador con la bandera de la primera alternancia en la historia de la política oaxaqueña, dejará su puesto este año, y entre sus posibles sucesores, aparecen ocho candidatos de todo tipo.

Benjamín Robles Montoya aparece como abanderado del Partido del Trabajo (PT), Salomón Jara Cruz por Morena, Joaquín Ruiz Salazar del Partido Renovación Social (PRS), mientras que el único independiente que fue registrado es Juan Manuel García Robles.

Sin embargo, los pesos pesados, a quienes la prensa apunta como los verdaderos contendientes de la silla estatal, son José Antonio Esteban Garfias de la coalición formada por PRD y PAN. Del otro lado del ring, aparece Alejandro Ismael Murat Hinojosa, candidato común del PRI, Partido Verde, Nueva Alianza y el Partido Encuentro Social.

Este último personaje ha robado portadas en los diarios, pues se trata del hijo de un exgobernador: José Murat Casab, también priista hasta la médula y acusado de malversación de fondos públicos. Incluso, The NewYork Times lo exhibió por poseer un lujoso apartamento en “la gran manzana”, frente a Central Park.

Estela de corrupción

De ganar, su administración será fuertemente vigilada por la oposición y la prensa, tal como le sucedió a Cué, quien se vio rodeado de múltiples escándalos políticos, casi todos relacionados con sus principales colaboradores. El más sonado tal vez sea el de Jorge “El Coco” Castillo, uno de sus operadores sin cargo público, acusado de enriquecimiento ilícito durante el presente gobierno. Se dice que amasó una fortuna que asciende a los 7 mil millones de pesos.

Durante los comicios estatales también se elegirán a regidores y presidentes municipales de 153 ayuntamientos, además de los representantes de 417 que se rigen bajo usos y costumbres. Ambos con dos años en el cargo.  Respecto al Congreso, también se deberán renovar las 42 diputaciones, compuestas por 25 de mayoría relativa y otras 17 de representación proporcional.

Pobres y violentados

Al igual que el flagelo que resultan los paros educativos en las escuelas oaxaqueñas, la inseguridad y la pobreza también traen asolada a la población. Tan solo el año pasado, la Secretaría del Desarrollo Social (Sedesol) estimó que entre 2010 y 2014 la pobreza extrema se había incrementado 23 por ciento.

En ese mismo sentido, el titular de la secretaría, José Antonio Meade Kuribreña puso el dedo en la llaga cuando afirmó que el 67 por ciento de la población, es decir, dos terceras partes de los oaxaqueños viven en situación de pobreza, al tiempo que más de la cuarta parte experimenta pobreza extrema.

La inseguridad, es otro tema igual de delicado. Llama la atención que entre las entidades que cambiarán gobernador, Oaxaca es la tercera con el índice delictivo más alto registrado en 2010: 56 mil 846 crímenes del fuero común. La tasa fue a la baja de forma gradual durante los siguientes años, hasta llegar a 34 mil 156 en 2015. Hasta abril pasado, iban 10 mil 979, aunque se prevé que superen los 33 mil delitos.