El hombre no soportó más la situación y cometió dos actos brutales: un asesinato y su suicidio

Un hombre de 25 años que trató de buscar lejos de su tierra natal una oportunidad de tener una vida mejor, terminó en un auténtico cuento de horror, pues se transformó en un asesino sádico.

De acuerdo con Que Pasa Salta, el hombre identificado como Lucas Guaymás, quien se desempeñaba como albañil, dejó su natal Salta, Argentina, para viajar hasta Santa Cruz y buscar una mejor calidad de vida hasta que una noche la vida le cambió por completo.

La Crónica señaló que la macabra historia de Lucas inició el pasado 4 de septiembre cuando conoció a Elizabet Adaro Davies de 27 años, joven que tenía poco de haber llegado a la misma ciudad.

Un día después de conocerse, se volvieron a ver y se dirigieron a un departamento ubicado en la calle Don Bosco donde el albañil habría pretendido tener relaciones sexuales con la joven pero ella se negó, situación por la que Lucas reaccionó violentamente.

De acuerdo con las primeras investigaciones, el albañil la golpeó con un martillo en el cabeza y el rostro, provocándole serios traumatismos en el cráneo y le desfiguró la cara. Por si no era suficiente brutalidad, después tomó un cuchillo y la desmembró en varias partes.

Fuera de todo uso de razón, el albañil tomó los pedazos del cuerpo de la muchacha y los esparció en diferentes puntos de la ciudad como un parque en el centro, un kínder y un bosque.

En todos los lugares que dejó los restos de la joven, el albañil trató de incinerar las partes desmembradas. Uno de estos incendios provocó que los vecinos de la zona denunciaran el hecho; tras apagar el fuego, los bomberos encontraron una mano y una pierna de la víctima.

A partir de esta situación, la Policía local investigó toda la zona y en menos de cuatro cuadras encontraron al menos doce partes de cuerpo como cabeza, cuello, tórax y abdomen.

Gracias a estas investigaciones, la Policía Nacional arribó a la zona en la que concordaban todos los rastros: la casa del albañil.

Una vez que inspeccionaron su hogar, al estilo del Monstruo de Ecatepec, Lucas tenía restos de la joven debajo de su cama y en le refrigerados por lo que fue arrestado y trasladado a la seccional Quinta, lugar en el que permanecería hasta el día de su sentencia.

Sin embargo, Lucas no pudo pasar ni un día en el lugar ya que fue brutalmente golpeado y abusado por el resto de los internos, que se encontraban allí, pues ellos odiaban a los ‘cobardes como él’.

Una vez recuperado de las heridas que sufrió, Lucas fue llevado a una celda solitaria; sin embargo, a la mañana siguiente de haber estado ahí, el albañil decidió quitarse la vida ahorcándose con un pedazo de frazada.

Este fue el fin de la historia de un joven que era catalogado como lindo, humilde y trabajador que al ser rechazado perdió la cabeza, la razón y la vida.

Con información de El Liberal, La Crónica y Que Pasa Salta

Fotos de La Crónica