Ricardo Monreal ve hundirse el Titanic, la invencible 4T del Senado. De pie en su escaño, con el auricular telefónico gris en la oreja, el líder de la mayoría morenista habla, urge, desespera porque aparezca Salomón Jara Cruz y vote en el tablero electrónico. Pero el oaxaqueño nunca aparece y Morena pierde, muerde el polvo.

Se votan las 23 reservas a diez artículos de la minuta de la reforma educativa y el marcador queda en 81 votos a favor de esos contenidos, 39 en contra y dos abstenciones. Les falta un voto.

¿Dónde está Salomón Jara, vocero de la bancada? Pasan cinco eternos minutos. El bloque opositor, sobre todo el PAN, grita, exige que se cierre la votación. “¡Tiempo! ¡Tiempo!”, reclama. Y como el tablero sigue abierto, cambian de consigna y presionan con voces de: “¡Fraude! ¡Fraude!”.

El presidente de la mesa directiva, Martí Batres (Morena), justifica: dice que en diversas ocasiones “ha habido flexibilidad” en el tiempo para votar.

Desde las 14:00 horas han discutido en lo general y en lo particular la reforma educativa. A las 21:00 horas están en el último minuto del proceso legislativo y el éxito se pudre en derrota.

La sonrisa de mazorca de Monreal ha desaparecido. Está solo en su escaño, de pie. El salón de sesiones es una caja de ruido. La secretaria de la Mesa Directiva, Antares Vázquez (Morena), tiene a su cargo “cantar” el resultado. La votación se ha consumado.

Batres, siempre serio, mirada aguda, ágil, cambia el semblante. Tiene expresión de pesar.

La senadora Antares Vázquez de la Torre recibe una señal discreta y declara que a favor de las reservas hay 81 votos. Es el desastre. Les falta uno para ganar.

Tampoco está el voto de Lucía Trasviña (Morena), quien ha dicho que da la vida por Andrés Manuel López Obrador. Hoy no vino. Tampoco asistió Juan José Jiménez Yáñez. Elvia Marcela Mora Arellano (PES) votó en lo general y su ausencia es notable en el tablero.

Monreal se desploma. Apretuja sus ojos. Batres declara el destino de la minuta: se devuelve a la Cámara de Diputados. Eso les puede costar sudor y lágrimas.

Lo que sigue esta noche es de locos. PAN, PRI, PRD, MC protestan a todo pulmón porque se retiraron los temas constitucionales, debido a que “no hay condiciones”. Morena, PT, PES y PVEM no tengan mayoría calificada.

La panista Kenia López Rabadán reprocha que se haya retirado el dictamen que llevaría la paridad de género a la Constitución. Toman la tribuna las mujeres del bloque opositor, se confrontan con las senadoras de la mayoría. Contagian adrenalina. No dejan oír un dictamen que lee Alejandro Armenta (Morena), de regreso de su bronca en Puebla.

Gustavo Madero golpea el atril de la tribuna, que le sirve de tambor. Citlalli Hernández Mora (Morena) acusa que son hipócritas. En el fondo del mar de los debates está hundida la mayoría.