La Ciudad Perdida de Tacubaya, un lugar temido por el resto de los habitantes de la Miguel Hidalgo, durante décadas, en este lugar han vivido en condiciones de precariedad, hacinamiento, marginación e irregularidad. Es una tierra de nadie. Habitado por personas honestas como infractores.

Está ubicada al sur de la delegación, dentro de la colonia Tacubaya, colinda al norte con Mártires de Tacubaya, al sur con la calle de 11 de abril, al poniente con Héroes de la Intervención y al oriente con Río Becerra.

Según la historia contada por vecinos, en los años 80 Tacubaya fue conocida como la Ciudad Perdida y desde ese entonces hay altos índices de delincuencia y albergado a una población marginada.

En ese asentamiento irregular que abarca casi toda una manzana, también han surgido grupos y bandas musicales famosos como la banda de Los Panchos y Los Buk.

Desde el patio principal se puede observar algunas de las aproximadamente 200 viviendas, construidas con materiales de segundo y tercer uso, láminas de cartón, metálicas y plástico; muros simulados que tratan de detener la inestabilidad estructural.

Don Rafael, encargado de rezar el Rosario a la Virgen de Guadalupe, a quien son devotos, explicó que en la Ciudad Perdida existe una hermandad entre sus habitantes.

Dice que el lugar está lleno de contrastes, que así como hay jóvenes universitarios, hay quienes no tienen educación. Que todos juntos buscan cambiar de vida.

Según información de el diario México, también hay gente bien, que busca salir adelante. La mayoría somos buenos, la mayoría somos malos, pero hay más buenos que malos”, indica don Rafa.

Asegura que así como se conoce que hay rateros, vendedores de drogas y cómplices de alguna forma, también hay familias trabajadoras y honestas. “Los de antaño somos los que venimos arrastrando la cobija, antes estábamos peor, ahora ya no queremos dar esos ejemplos a nuestros hijos, por lo menos vivimos en comunidad. El chiste es que todos salgamos felices y con tenis Nike. Que nunca falta el mala copa en los convivios o que si ya anda bien ‘pasoneado’, ‘bien acá’, o quién se siente Pancho Villa”, expresó.

Durante un recorrido por los callejones estrechos, con charcos de agua y pisos agrietados, nos percatamos que la mayoría de las familias no cuentan con la infraestructura y servicios básicos necesarios al interior de sus viviendas; hay 11 baños y cinco lavaderos compartidos.

 

Se observa algunas láminas agujeradas por tiros de arma de fuego, los niños con una sonrisa en la boca corren detrás de su padre o madre, la mayoría de ellos muy jóvenes, menores de 18 años. Mientras que las señoras de más de 45 años de edad lavaban la ropa.

Doña Angélica, una señora de aproximadamente 80 años de edad, habita sola un cuarto insalubre y lleno de basura. Sus vecinos la ayudan en lo que pueden, llevándole la comida y de vez en cuando la bañan.

Don Rafael explica que tres veces a la semana elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) realizan operativos en la zona.

“La ‘tira’ sigue llegando, normalmente de dos a tres veces a la semana y nos estamos viendo rejegos, antes llegaban todos los días.

La actividad principal de los jóvenes es practicar el box. En cuanto a la educación, la mayoría deja la escuela por falta de dinero.

Uno de ellos envió un mensaje a la jefa delegacional de Miguel Hidalgo, Xóchitl Gálvez.

“Lo que quiero es volverte a ver Xóchitl Gálvez, sabemos que estas en el Miércoles Ciudadano, pero no nos dejan hablar contigo directamente, el mensaje al parecer no ha llegado. Que bueno que tomó el cargo. Ahora que se fije en lo bueno, en la gente que quiere salir adelante. Queremos que nos ayude no dándonos directamente dinero, sino oportunidades de trabajo y por lo demás nosotros nos encargamos”, dijo.

Otros habitantes se sumaron a esta petición

“La gente de barrio estamos acostumbrados a salir por nuestros propios esfuerzos, nunca a que nos lo den. Queremos que la delegada Gálvez nos enseñe a pescar y no a que nos dé el pescado y nos encargamos de qué tan bueno lo producimos. Ayúdenos delegada, necesitamos oportunidades de trabajo, de crecimiento”.

Por ello, los habitantes solicitaron a Xóchitl Gálvez Ruiz ayuda para dar un cumplimiento cabal a sus necesidades y se realice un proyecto de vivienda nueva, el cual les proporcione las condiciones de seguridad y habitabilidad para sus residentes, mismas que han solicitado por años a diferentes administraciones y no han obtenido respuestas, solo la promesa de ayuda en campañas políticas.