Friday 26 de April del 2024

Justicia por mano propia en transporte de Edomex y CDMX

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Alejandro, era paramédico y paradójicamente murió asesinado en un autobús de la ruta que corre por la autopista México – Pachuca

En la historia contemporánea de las entidades situadas en el valle central del país, principalmente la Ciudad y el Estado de México, se ha etiquetado a este par de megaurbes con estigmas sobre la inseguridad, que las vuelve lugares peligrosos ante los ojos de la sociedad nacional.

Lo anterior se debe a la enorme cantidad de delitos de todo tipo que son cometidos dentro de los límites de los dos estados que poseen la mayor densidad de población en México y que también ostentan dignas posiciones en el rubro a escala del continente americano.

Aunada a otras problemáticas de carácter social y hasta cultural, tal condición dificulta las labores de seguridad a los distintos gobiernos que han dirigido las riendas de las importantes entidades y evidencian la incapacidad de los responsables en la materia por proteger a la ciudadanía que se encuentra a su cargo.

Los años pasan y, en lugar de disminuir, la problemática parece incrementar la preocupante situación con la que los habitantes deben convivir día tras día en el valle de México. Esto ha generado hartazgo y molestia entre algunos sectores vulnerables de la sociedad, que ya tomaron parte activa en la disputa entre autoridades y delincuentes.

Uno de los principales afectados es el sector que diariamente hace uso del transporte público, cuyo reflejo es la más clara muestra de un eterno descontento de la población y en donde cada vez con mayor frecuencia se suscitan lamentables pérdidas humanas a manos de quienes buscan despojar de sus pertenencias a los pasajeros y de quienes se defienden con uñas y dientes por evitarlo, en busca de un poco de “justicia”.

Un fenómeno que inspira y se reproduce

Durante el último año, a través de las redes sociales fueron difundidos múltiples casos en los que las víctimas de asaltos tomaron represalias inmediatas en contra de sus victimarios y cuyas consecuencias, comúnmente fueron letales. El fenómeno se multiplicó, o al menos se incrementó su mediatización, factor que parece haber incrementado la reproducción del mismo. Ricardo Pérez, especialista en temas de seguridad asegura que esta tendencia se está reproduciendo en otros estados, cuyas condiciones de seguridad “atemorizaron tanto a la población que ahora están molestos y buscan hacer la justicia que el Estado no es capaz”.

Para el experto, esta es una muestra del hartazgo de la gente que se ha cansado de protestar exigiendo lo que le corresponde: una vida digna y que también se encuentra harta de que sus protestas lleguen a oídos sordos. “Es la inoperancia del actual modelo de seguridad nacional lo que genera entre la sociedad un sentimiento de impotencia ante los preocupantes índices de delincuencia”, insistió el experto.

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De acuerdo con un rastreo hemerográfico realizado por Letra Roja, a lo largo del último año, cuando menos una quincena de asaltantes han caído en diferentes rutas de transporte colectivo que conectan la entidad gobernada por Eruviel Ávila con la Ciudad de México mientras intentaban despojar de sus pertenencias a los usuarios. En todos los casos el victimario final se trató de algún pasajero.

Tumbas sobre ruedas

Aunque es difícil precisar un balance entre las bajas de pasajeros y asaltantes, el mismo recuento hemerográfico indica que han sido al menos 20 las víctimas mortales que durante el último año opusieron resistencia ante un inminente asalto en el transporte público.

Hace unos meses meses, Alejandro, cuya ocupación era salvar vidas pues tenía como profesión la de ser paramédico, paradójicamente murió asesinado en un autobús de la ruta que corre por la autopista México – Pachuca, a la altura de la caseta de cobro de Ojo de agua, en el municipio mexiquense de Tecámac.

En el mismo sitio, medio año antes, el último día de septiembre del año pasado un pasajero armado enfrentó a un par de asaltantes que se disponían a asaltar el camión en el que viajaba, sin embargo, el robo fue frustrado por el usuario. En abril de este año un asaltante murió en ese mismo lugar.

“Las autoridades conocen perfectamente las condiciones en que se encuentra el transporte que conecta a la Ciudad con el Estado de México, pero no se hacen responsables de la seguridad de quienes deben utilizarlo, simplemente porque no quieren o porque existe algún otro interés oculto ahí”, aseguró en referencia a la reincidencia de los casos en la misma ubicación el experto Pérez Montfort a Letra Roja. El tema se ha vuelto público y diversos colectivos se han manifestado para exigir cambios a los responsables de la seguridad, sin embargo, de acuerdo con el testimonio del entrevistado, el panorama parece tan sombrío como los últimos años.

FUENTE : LETRA ROJA

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