Thursday 28 de March del 2024

Juan Pérez Cuenca, uno de los rostros del fraude de La Mexiquens

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Al dejar 600 mil pesos bajo la protección de la caja de ahorros “La Mexiquense”, Juan Pérez Cuenca, de 84 años de edad, no sólo perdió parte de su patrimonio y el de sus hijos, sino también el tiempo y esfuerzo de 40 años de trabajo. Él es uno de los cuatro mil 526 ahorradores que fueron defraudados por la financiera hace diez años en la entidad, sin que hasta el momento haya conocido la justicia.

Sus ahorros de toda una vida como contador, le permitieron a Juan Pérez adquirir un terreno que después vendió para guardar su dinero en una caja de ahorros, que en ese entonces ofrecía atractivos beneficios.

“Yo tenía ahorrado 600 mil, me dieron 168, me restan 432 mil, todo este dinero fue de mi trabajo, yo fui ahorrando y comprando terrenos, yo vendí un terreno y por eso metí esa cantidad”, recordó.

Ya jubilado, comenzó a acudir a la caja de ahorros para poder retirar dinero, sin poder lograrlo. La noticia en primera plana sobre un millonario fraude en la financiera, le confirmó las sospechas, de que ya no iba a recuperar sus ahorros.

“Nos dimos cuenta de que algo andaba mal porque llegábamos a la caja y ya no nos daban el dinero, por ejemplo; queríamos retirar 50 mil pesos y nos decían: no hay dinero, venga tal día, y así nos traían, ya después se dio a conocer públicamente el fraude, cerraron las oficinas, ya qué hacíamos”, platicó.

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Juan Pérez es una de las 320 personas que iniciaron la lucha por tener su dinero nuevamente en sus manos, pese a todos los obstáculos que encontraron en el camino, pues esta mala jugada no sólo afectó su situación económica, también deterioró su salud y la de los suyos.

“Fue un golpe muy duro, 600 mil pesos, esto afectó a mi esposa, a mí, en general nos afecto por todas las necesidades que requieren dinero para solucionarlas”, dijo.

A diez años de esto, muchas víctimas han fallecido, y otras como él aún se resisten a perder lo que se les arrebató, no sólo su dinero para enfrentar las enfermedades y gastos que implica la vejez, sino también su tranquilidad.

“Invertí tiempo en asambleas, dinero en cooperaciones, que vamos a ver a X persona de gobierno, todo eso afecta, porque en realidad hasta el momento no ha habido ni una solución efectiva para recuperar el dinero”, reprochó.

Más indignado que cansado, a su avanzada edad, Pérez Cuenca, tiene la esperanza pero sobretodo la sed de justicia.

“Quiero que me paguen, de otra forma no hay justicia, quiero que no lo dejen salir al responsable, fueron muchos millones de pesos que Salvador Soto (uno de los defraudadores) no terminó de gastar, debe tener suficiente dinero para pagar”, exigió.

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