Todos dicen: “¡Qué bonito el niño!”, pero nadie te dice que lo cuida un rato.

Sí, la maternidad es quizás la experiencia más hermosa que puede tener una mujer en la vida, pero,  ¿qué hay del otro lado de la moneda? Lo complicado que es estar en una reunión y sentir ganas de vomitar, la manera en que no toleras a ciertas personas y ni qué decir de la confrontación con tu nuevo yo, una vez que el bebé llega al mundo. Lo que las madres necesitamos son las fiestas post parto.

No, el post parto no es una exageración. Para empezar la ausencia de la regla provoca cambios. Además, los músculos de la pelvis y el abdomen presentan desgarres musculares por el embarazo. De ahí, que se sugiere que la mujer realice ejercicios abdominales.

¿Algo más? Se presentan dificultades para ir a orinar, pues la vejiga no está lista para reaccionar de manera habitual. Por ello, hay que realizar las famosas técnicas de Kegel, ¡sí! todavía tenemos que vivir con el miedo de tener incontinencia. Por otro lado, está el típico estreñimiento que claro, si te va bien, no tendrás hemorroides.

Eso sin contar, que los intestinos están luchando por encontrar su lugar. Mientras tanto hay que comer alimentos ricos en fibra, realizar ejercicio, cubrir las ojeras con maquillaje, atender al niño, dormir 8 horas mínimo, prestarle atención al marido, ¡BASTA! Necesitamos una fiesta post parto. 

¿Y los hombres?, ¿qué hace la mayoría con los 5 días de incapacidad que la ley le da por la llegada del nuevo bebé? Seguro, aprovechan para escapar del estrés laboral y dormir un poco más. ¿Todavía se preguntan por qué el 15% de las madres tienen depresión post parto?

“¿Qué sucede si tomamos toda la energía, el tiempo y el dinero que se destina a la fanfarria prenatal y en lugar de eso lo destinamos a ayudar a los nuevos padres cuando más lo necesitan: durante la recuperación emocional y física de las primeras seis semanas después del parto?”, Marisa Mendez Marthaller.

¡Mil veces prefiero esta idea que el Baby Shower! La idea es simple, las fiestas post parto incluyen invitados, horarios, juegos y ganas de ayudar. Veamos:

• El juego dura alrededor de tres o cuatro semanas. Cada uno de los participantes tendrá un horario con el fin de que la nueva mamá pueda ser auxiliada.
• Lo mejor de todo es que las reglas son muy flexibles, pueden elegir si cocinan, lavan, preparan una tarde de películas, cuidan al bebé mientras duermen, en fin una enorme variedad.
• Para finalizar, aquellos que quieran incluir un regalo en la dinámica, ¡es más que bienvenido!