Hay gente que prefiere el ahorro, otras un préstamo, pero existe una pequeña y selecta parte que prefiere el auto robo para costearse sus cosas.

Así la aplicó esta empleada que fingió ser víctima de un asalto para concretar la boda de sus sueños. Fany Gabriela Caamal Bacab planeaba la boda que siempre se había imaginado y aunque la fecha estaba próxima, no así el dinero. El novio no tenía la plata suficiente para celebrar la ceremonia nupcial y menos el festejo.

Así pues vino una brillantísima idea a la cabeza de la empleada de Megacable: inventar un asalto. A las 8:10 am, la joven cajera ocultó un fajo de dinero, cerca de 185 mil pesos, en la misma sucursal de Megacable donde laboraba. Esto provocó una intensa movilización policiaca para dar con los atracadores. Tras horas de búsqueda por la zona centro de la ciudad los agentes volvieron para interrogar a Fany.

La muchacha aseguró que dos hampones habían entrado a temprana hora y que, tras amagarla y amordazarla con una cuerda y un trapo, habían escapado con el efectivo. Minutos después, el gerente de la sucursal arribó y encontró a Fany inmovilizada. Posteriormente fue cuando se dio aviso a la policía. Sin embargo, cuando los uniformados procedieron a revisar las cámaras de seguridad –extrañamente- éstas no funcionaban.

Para mala suerte de la ilusionada novia, la de un negocio cercano sí operaba. La grabación solo mostraba a Caamal Bacab entrar a la sucursal de Megacable a las 7:50 am; ni rastro de los otros tipos. La cajera comenzó a caer en contradicciones con su versión y finalmente confesó que ella fue la única que entró al lugar antes que el supervisor llegara.

Explicó que quería casarse pero no tenía dinero, por lo que decidió inventar el asalto. El dinero se recuperó, la policía cerró el caso, el gerente no presentó cargos y, aunque la mujer se salvó de la cárcel, también fue despedida.

Ahora le será más difícil tener la boda que anhela.

FUENTE : DENUNCIASMX