Carlos Ghosn ha sido puesto en un pedestal dentro del mundo de los negocios durante muchos años, de doble nacionalidad, brasileña y francesa, Ghosnes Consejero Delegado de Renault y presidente del Consejo de Administración de Nissan y Mitsubishi, a su cargo está uno de los grupos automotrices más grandes a nivel global y hoy quien tiene los reflectores de la prensa.
El pasado lunes fue detenido en Tokio y puesto en detención preventiva por 23 días mientras se realizan las investigaciones pertinentes pues ha sido acusado de fraude fiscal al no declarar la totalidad de sus ingresos, se estima que redujo sus ingresos en 38 millones de euros durante cinco años partiendo del 2011.
Por su parte Nissan realizó una convocatoria para una reunión extraordinaria del consejo de administración para el jueves en el que se le destituirá como presidente, Mitsubishi hará lo mismo además de abrir una investigación interna para determinar si realizó algún fraude con la compañía.
Sin duda la industria está viviendo una de sus etapas más crudas desde el famoso “diésel gate” de Grupo Volkswagen, pero como en aquel caso anticipábamos que no sería el único fabricante en modificar sus emisiones probablemente Carlos Ghosn no sea el único presidente de un grupo automotriz que pudiera tener algún tema pendiente con el fisco, o con su propia compañía.
De lo que si estamos seguros es que no dejarán de existir momentos en los que toda la industria se vea sacudida, ya sea por fallas masivas, malas conductas de sus ejecutivos o alguna otra cosa que se vaya dando.
Difícil momento para la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, la duda que me surge es, si el presidente se manejaba de esa forma, ¿que no harán los que están debajo de él? ¿será que hay decisiones que afecten a los propietarios de los autos del grupo? ¿Esto ayuda a reforzar la creencia sobre la perdida de elementos estructurales de seguridad en los autos de acceso como Versa vendidos en México?.
(Con información de interauto)
