Thursday 25 de April del 2024

CARGAN SU CRUZ

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¡Ufff, ufff, ayúdame, ayúdame!…gruñía uno de los casi 40 comuneros de Teotla que con el rostro lleno de sudor cargaba sobre su hombro una pesada cruz labrada en madera de casi media tonelada de peso misma que trasladaron hasta la punta de un cerro vigilado por el Cristo Rey, como parte de la festividades que año con año realizan en esta región en honor  al Señor de la Paz.

La tradición se remonta a casi 200 años, cuándo pobladores un mes antes de las festividades, subían al monte y cortaban un árbol que trasladaban en yuntas hasta el templo del Señor de la Paz ubicada en la comunidad de Teotla, ubicada a minutos del centro de Tenancingo.

Una vez que el árbol se encuentra en el templo, los mayordomos designan a una familia encargada de labrar la pesada cruz que cada nueve de mayo después de una misa, suben en hombros hasta el Cerro del Pandito, ubicado a espaldas del llamado Cristo Rey.

“Sentía que se me abría el pecho ya no aguantaba”, vociferaba uno de los comuneros que se había quitado la  playera ante el intenso calor, mientras se llevaba a la boca una botella de cerveza.

Y en esta ocasión así fue, una vez que el sacerdote dio la bendición a la cruz de madera y feligreses besaron este símbolo, los comuneros se arremolinaron y tras dividir la carga, comenzaron avanzar hacía el cerro antes mencionado. El contingente recorrió por lo menos tres kilómetros en no más de 30 minutos.

Envueltos no sólo de sudor sino de fe, llegaron hasta la punta del cerro, “ufff ufff, ayúdame, ayúdame…” gruñían los hombres que subían el camino rumbo al cerro.

Una vez que la cruz se encontraba en la punta del cerro, los pobladores tomaron un respiro,  “Descansen, descansen”, pedía uno de los mayordomos a los pobladores que se recuperaban de la jornada.

Así, después de recobrar fuerzas, los comuneros armaron la cruz y tras un par de horas de batallar, lograron ponerla de pie y con ello, cumplieron su manda, “es una manda que hacemos año con año, con esto le cumplimos a nuestro santo patrono”, mencionó Lucio Calvo, uno de los encargados de labrar la pesada cruz.

“Es una tradición muy bonita, yo tengo como 45 años de labrar la Santa Cruz. No queremos que se pierda y por eso lo hacemos cada año y todo comienza desde que escogemos el árbol, para luego subirla al cerro”, añadió.

Finalmente, una vez que la manda fue cumplida, se organiza una verbena popular a un costado de la Santa Cruz en la que participan pobladores de Teotla y dan por finalizado el acto religioso.

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