Thursday 28 de March del 2024

Buscan impulsar el consumo de la rana toro

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Los productores de rana toro en el Estado de México enfrentan condiciones adversas para lograr el éxito en la comercialización de un producto del que se perdió el hábito de consumo, es costoso para mantener y parece elitista, pues se vende en restaurantes gourmet.

Con todo en contra, buscan hacer de la crianza de rana una empresa exitosa que prevalezca entre productos chinos “baratos y de mala calidad”. Invierten en la elaboración de productos alternativos como colágeno o el uso de la piel para la elaboración de bolsos.

La entidad se coloca en el primer lugar de producción de esta especie; sin embargo, la carne que genera Mario Rocha, propietario de la Granja Zacango, sólo llega a establecimientos en Toluca, Metepec y San Mateo Atenco, además de algunos puntos de venta en Michoacán, Jalisco, Tlaxcala y Polanco, en la Ciudad de México.

El empresario explicó que es un alimento que no tiene colesterol, significa menos calorías que la carne de res, cerdo o pollo, e incluso con más nutrientes; sin embargo, se enfrentan a la poca divulgación sobre los beneficios de comer rana y también luchan con la competencia china.

Un kilo de anca, son 22 patas de 11 ranas, tiene un costo de 305 pesos; también la venden en canal especialmente para restaurantes exóticos a 200 pesos por kilo. Los establecimientos después la ofertan a sus clientes en cientos de opciones de platillos, el más común es como un símil de alitas de pollo.

Costumbre perdida

Según el empresario, en las zonas lacustres del Valle de Toluca, como San Mateo Atenco, existía la tradición de consumir las ranas de lagos o ríos, sólo que la contaminación, como el caso del Lerma, la extinguió, por eso los habitantes de las comunidades la compran a los granjeros.

“Falta apoyo para la comercialización, divulgación sobre sus beneficios, capacitación para los productores y lograr que la población recuerde que parte de la historia de este país se basa en el consumo de productos como ranas, insectos, además de otras especies que ahora son consideradas como alimentos exóticos, por ejemplo, los gusanos o huevecillos de hormigas”, lamentó.

Esta granja es la primera a nivel nacional en producir colágeno con los desechos de las unidades -como se les llama a los anfibios- y busca aprovechar la piel de la rana para la producción de monederos y bolsas, para ambos proyectos no tienen recursos suficientes, patentar el colágeno requiere la certificación de mínimo dos universidades, para ello el requisito es elaborar 15 pruebas en personas para descartar consecuencias con el consumo del producto y cada uno implica una inversión de 41 mil pesos.

Oficio caro

El Valle de Toluca no es un sitio adecuado para la reproducción de estas especies, pues las bajas temperaturas no permiten un ambiente propicio para su apareamiento, de modo que en la adecuación del clima y la construcción, así como adecuación de la granja invirtió 3 millones de pesos, de los cuales sólo uno fue aportación del gobierno federal a través de la delegación de la Sagarpa.

Al año produce 20 toneladas de producto que surgen de tres ciclos de cuatro meses que derivan en 40 mil ranas por periodo; a diferencia de otras granjas, ésta sólo invierte nueve meses en la maduración de la rana, el resto tarda hasta 15 meses.

Mario Rocha dijo que una empresa en Michoacán es la que tiene la mayor producción a nivel nacional y ellos pretenden alcanzar ese nivel para competir.

Explicó que tan sólo en alimento de los anfibios llega a invertir hasta 300 mil pesos mensuales, una tonelada de alimento sirve para la misma cantidad de ranas, el gobierno federal sólo subsidia 15% del costo y se trata de pequeñas croquetas elaboradas con base de mosca, insectos o pescado.

La rana toro es originaria del occidente de Estados Unidos, emite un mugido como el de los toros y puede medir hasta 40 centímetros con un peso de entre 250 a 300 gramos.

Su consumo no es nuevo para México, porque anteriormente la zona lacustre tenía como hábito tomar a los anfibios como alimento, en los años 40 fue detonada la producción en Sinaloa, que después se extendió en la entidad mexiquense.

El delegado de Sagarpa en el Estado de México, Eduardo Gasca Pliego, aseguró que por cada peso de inversión la ganancia es de 2.5 a 4.3% más del valor original.

Por ejemplo, el costo de la producción de 4 mil 500 organismos de 250 gramos es de 37 a 40 mil pesos, pero el valor de la cosecha es de 100 mil a 140 mil pesos.

El Universal / RDlMB 18/03/18

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