De las mil 50 toneladas diarias de basura que produce el municipio de Toluca, al menos un 40 por ciento es aprovechado por pepenadores que apartan diversos elementos como: vidrio, papel, cartón, PET y aluminio para venderlos, y de ese negocio sacan millones de pesos que los gobiernos municipales dejan perder.
El presidente del Colegio de Arquitectos y Urbanistas de la entidad, Arturo Chavarría, afirmó que los ayuntamientos en lugar de aprovechar los desechos pagan por depositarlos, sin cumplir con la obligación de separar la basura, señalada en el Código de la Biodiversidad estatal.
Además de perder dinero, dijo, las autoridades municipales incumplen con la ley y permiten un negocio irregular del que nadie rinde cuentas y que representa un “saqueo silencioso” del que nadie dice nada, por lo cual planteó la necesidad de instalar una planta de transferencia, como la que hace años instaló Nezahualcóyotl.
“Hay al menos tres rellenos en el valle de Toluca, en San Antonio, Zinacantepec y Xonacatlán, y se habla de que se producen mil 50 toneladas de basura diarias en Toluca, unas 383 mil al año y no se regula la pepena que aprovecha casi un 40 por ciento de los desechos, entre alimentos, vidrio, papel, cartón, PET, aluminio, porque todo eso se vende.
“¿Cómo es posible que el municipio de Toluca no tenga un terreno de unas 30 o 50 hectáreas para instalar una planta de transferencia y generar empleos porque los pepenadores son organizaciones no reguladas o una red bien organizada que aprovecha la basura en un negocio millonario que el gobierno deja ir, es un saqueo silencioso y nadie dice nada, puede ser una millonada lo que sacan”, afirmó.
Una planta de transferencia, dijo, cuesta unos 40 o 50 millones de pesos y es un modelo exitoso que permite aprovechar la basura, generar empleos y depositar una menor cantidad de desechos en los rellenos, con lo cual además de obtener recursos, se podría ahorrar porque bajarían considerablemente las toneladas que se lleva a los depósitos.
Tras señalar que el manejo inadecuado de la basura provoca implosiones y explosiones y riesgos de salud pública, Chavarría recordó que el Código de la biodiversidad ya establece la separación de la basura, pero prácticamente nadie lo cumple y Toluca debería ser un modelo para dar sustentabilidad al medio ambiente y evitar riesgos.
Con el PET, explicó, se pueden hacer muros de viviendas a costos bajos, presas de gavión y otros proyectos ecológicos y sustentables que a ninguna autoridad le ha interesado aprovechar; además de que millones de pesos se pierden porque se podría generar luz con el biogás de la basura.
“La fuga de dinero existe desde hace décadas porque pagan por depositar la basura, aun cuando lo que se deposita es un porcentaje menor, pues las empresas a cargo de los rellenos permiten la pepena para sacar todo lo que se puede reutilizar o vender”, afirmó
