Es tan extenso, que para algunos es difícil encontrar un puesto, “aparecen y desaparecen”.

Son cerca de siete kilómetros lo que abarca el tianguis de la Colonia San Felipe, al noroeste de la ciudad de México. Este número lo convierte en el más grande de América Latina, en donde laboran alrededor de 30 mil comerciantes.

Ubicado entre las calles de Villa de Ayala, León de los Aldama y Ocotlán en la delegación Gustavo A Madero, este mítico tianguis cumple 43 años de existencia. A la distancia, algunos recuerdan el grupo de menos de 20 comerciantes que inició vendiendo herramientas y que hoy es un corredor comercial.

A este punto acuden cada domingo alrededor de 500 mil compradores que deambulan por los 8 carriles en que se divide el tianguis de la San Felipe. Puestos de comida, ropa “americana“, bicicletas, accesorios para coche, salas, comedores, zapatos, tenis, celulares, computadoras, instrumentos, pintura, televisiones, llantas y lo que busques.

-Sí es de Roberto-

“Dame una peseta” dice un vendedor a su cliente, ¿no es robado? Le contesta el comprador, ¡qué pasó mi jefe, yo sólo vendo derecho no chueco!

Y es que el tianguis de la San Felipe tiene fama de vender mercancía robada. “Todos lo saben, incluso los jefes policiacos, pero nadie se atreve a ordenar un operativo ahí”, señala un policía capitalino quien refiere que hay cosas que no pueden cambiar…. “por más que le busquen”.

Incluso los comerciantes recuerdan que varias bandas de música han iniciado aquí, en la San Felipe, con la “La inquieta de León, Guanajuato” que ahí nació musicalmente y hoy es muy sonada.

Si llegas a las 8 de la mañana ya están todos los puestos listos, es imposible recorrerlo en un día, por lo que se recomienda ir con tiempo. Hay que llevar bastante dinero, pero bien escondido.

¡¡Chingón para chacharear¡¡ dice Arturo, quien cada domingo asiste al tianguis a comprar ropa usada. ¡¡Aguas con los ratones, hay que ir pandroso¡¡¡ advierte a sus amigos.

A pesar de que hay de todo, aquí, el grueso de la venta se lo lleva la ropa gabacha, los tenis, y sobre todo las micheladas, ya que algunos como Miguel Cisneros, considera que el tianguis de la San Felipe es “el bar más grande el mundo”.

Y en efecto, al recorrer sus pasillos podrás comprobar que cada dos o tres metros, hay un local que vende cervezas, micheladas o tehuacán preparado.

“Para recorrerlo en fechas decembrinas hay que venir con mucha paciencia y el dinero repartido hasta por los calzones”, señala Alejandra quien junto con su novio vino desde ciudad Neza a visitar por tercera vez el tianguis y recuerda que la primera vez que lo visito le bajaron 300 pesos, “no supe ni como me los volaron, cuando busque en la bolsa de mi pantalón, el dinero ya no estaba”.

Ante la sobresaturación de comerciantes, en 2007 el gobierno capitalino intento reordenar a los comerciantes por lo que se habló con los líderes de las 15 organizaciones de comerciantes del tianguis, por lo que se propuso disminuir en 10 centímetros cada metro de longitud de los puestos, lo que liberaría 3 mil kilómetros; ahí se reubicaría a los vendedores que obstruyen las vialidades, además de realizar un padrón con todos los vendedores del lugar. El plan fracaso ya que siguen los mismos comerciantes y las vialidades tapadas.

Esto ha acarreado un grave problema para los habitantes de la zona quienes aseguran que prácticamente están secuestrados, ya que en día de tianguis no pueden salir con sus autos o deben hacerlo antes de que se instale el tianguis “ni hablamos de una emergencia porque cómo entra una ambulancia hasta aquí, es imposible” señalan vecinos de la San Felipe.

Para otros el tianguis es un negocio ya que alquilan sus baños a los comerciantes y clientes a 5 pesos por persona “niños y ancianos también pagan”. Incluso algunos vecinos han modificado sus viviendas para instalar más mingitorios y ganar mas lana.

Es tan extenso, que para algunos es difícil encontrar un puesto, “aparecen y desaparecen” de una semana a otra.

Al igual que en los demás tianguis “dependiendo del sapo es la pedrada, ahí pagas desde 30 pesos, 50, 100 200, y hasta 500, dependiendo lo que vendas y el espacio que ocupes. Si eres de los que venden a pie, pagas 20 pesos”, señala uno de los comerciantes consultados.